Por una lado encontrarás las pantallas de proyección fijas: Son pantallas que tenemos que fijar a la pared, y no se mueven desde allí. Ideales si el proyector siempre está en el mismo lugar, como aulas, salas de reuniones, etc. Disponible en formato manual o electríco. Por otro lado, están las pantallas portátiles: Vienen con un trípode para su fijación y pueden enrollarse o doblarse para guardarlo en su caja. Perfectas si el proyector no esta fijo y prevemos moverlo a diferentes salas.